Petición: Detener toda las formas de abuso contra las mujeres en las grandes plantaciones de monocultivos
Publicada: 25 Septiembre 2017
URL corto: https://farmlandgrab.org/27495
Publicado en: Camerún
Mujeres en Port Loko, Sierra Leona.
RADD | 21 de septiembre de 2017
Petición: Detener todas las formas de abuso contra las mujeres en las grandes plantaciones de monocultivos
Con motivo del 21 de septiembre, Día Internacional de la Lucha contra las Plantaciones de Árboles, mujeres de varios países de África Occidental y Central han tomado la iniciativa de publicar simultáneamente la petición que adjuntamos a continuación.
Es una petición urgente de mujeres africanas para detener el sufrimiento y los impactos violentos, que la expansión de plantaciones industriales de palma aceitera está creando en las vidas de las mujeres, que afecta a las mujeres dentro y fuera del continente africano: violencia, abusos sexuales, persecución, destrucción de sus medios de subsistencia.
Las mujeres quieren que sus tierras sean devueltas por las empresas que las obtuvieron ilegítimamente por medio de concesiones que les dieron los gobiernos. ¡Las mujeres quieren que sus tierras y bosques sigan proporcionándoles su alimento, quieren la soberanía alimentaria!
Si desea apoyar la petición en solidaridad con las mujeres de África, envíe un mensaje con su nombre, organización y país al siguiente correo electrónico: petition@wrm.org.uy
El 8 de marzo de 2018, cuando se celebre el Día Internacional de la Mujer, la petición será entregada o enviada a los Gobiernos nacionales de África y a otras personas principales que promuevan la expansión industrial de la palma aceitera en los países africanos.
Petición: Detener todas las formas de abuso contra las mujeres, en y en torno, a las grandes plantaciones de monocultivos.
Nosotras, mujeres de aquí y de otros lugares, hemos presenciado la horrible pobreza de las familias que viven junto a las grandes plantaciones de monocultivos, en particular las plantaciones de palma aceitera. Estas plantaciones se han establecido por todas partes. Las mujeres, columna vertebral de la unidad familiar, son las más afectadas.
– Las mujeres son desplazadas de las tierras, en las que siempre han cultivado alimentos para alimentar a sus familias y comunidades, y ahora la comida escasea y las familias pasan hambre.
– Las mujeres son acosadas, abusadas, torturadas y arrastradas a los tribunales, sólo por poseer algunos frutos de palmas aceiteras o aceite de palma, incluso si estos frutos provienen de sus propias palmas y son alimentos básicos.
– Algunas mujeres son violadas incluso en sus plantaciones y los violadores permanecen impunes.
– Los bosques y la biodiversidad, que proporciona a las mujeres gran parte de sus recursos económicos y culturales, y son la cuna de sus valores tradicionales, se destruyen para dar paso a las plantaciones, agravando aún más las consecuencias del cambio climático.
– Los medios de subsistencia se ven afectados de manera drástica y las mujeres se ven obligadas a trabajar como jornaleras en plantaciones donde sus salarios son demasiado bajos para poder pagar los gastos escolares, comprometiendo el futuro de sus hijos. Los niños terminan recurriendo al robo y son encerrados regularmente en la cárcel. No tienen un trabajo decente, incluso chavales pequeños son inducidos a la droga y terminan siguiendo a sus padres en el consumo de alcohol.
– Los ríos están contaminados por los productos químicos de las grandes plantaciones, se multiplican las enfermedades y otros problemas de salud.
– Las promesas hechas a las comunidades por las empresas nunca se cumplen.
Exigimos el respeto de los derechos de las mujeres, violados con estas grandes plantaciones de monocultivos. Las mujeres exigen que les devuelvan sus tierras, para seguir disfrutando de sus derechos tradicionales de cultivar estas tierras para producir alimentos, disfrutar de seguridad y soberanía alimentaria de sus comunidades, bienestar de sus familias, paz y desarrollo en sus localidades. Las mujeres deben tener el control de las decisiones sobre el uso de sus tierras.
Con nuestras firmas, pedimos el fin de toda violencia contra las mujeres y nos encontramos ante familias destruidas por el hambre, el conflicto, la marginación, el robo, la violación, la enfermedad y la muerte debido a la monopolización de sus tierras por grandes compañías multinacionales nacionales y multinacionales. Pedimos a los gobiernos que protejan al pueblo y que estas empresas respeten las leyes nacionales y las vidas de los pueblos locales.
Traducido al castellano para AEFJN-Madrid