Norfund perdió 146 millones de coronas noruegas en una plantación en Tanzania
Comenzó como una colaboración gubernamental, entre Tanzania y Corea del Norte, en la producción de arroz a gran escala en la década de 1980, pero los planes nunca se completaron. En 2008, la empresa Agrica, registrada en Guernsey, se hizo cargo de la granja Mngeta en el valle de Kilombero en la parte central de Tanzania. Ahora los inversores internacionales, en colaboración con el dinero de la ayuda al desarrollo, iban a garantizar la producción actual de arroz a gran escala.
La plantación consta de más de 5,000 hectáreas, doscientas veces más grande que el promedio de una granja noruega. Agrica ha trabajado en la plantación por medio de Kilombero Plantations Limited (KPL).
Norfund invirtió en Agrica durante 2010 y luego aumentó su inversión y otorgó préstamos. La última garantía financiera se otorgó en 2017. Norfund poseía el 26,9 por ciento de la empresa cuando cerró en 2019.
Desde hace mucho tiempo se sabía que la plantación tenía problemas económicos, como se puede ver en la factura final de Norfund. Las pérdidas de Norfund se dividen entre 13,4$ millones en inversiones y 10$ millones en préstamos y garantías.
Un banco de Tanzania, NMB, administra actualmente la granja. Según informó Norfund a Bistandsaktuelt, el fondo ya ha salido por completo de la empresa y no participará en los intentos de establecer nuevas operaciones en la plantación de arroz.
El alcance de la pérdida en Agrica apareció en parte en las cuentas de Norfund de 2019 y en parte en las cuentas de 2020, que aún no se han presentado. Norfund afirma que no tiene reclamaciones pendientes en la empresa. Dice que no hay sospechas de que haya ocurrido un fraude en el proceso.
Apoyado por fondos de asistencia para el desarrollo
Además de Norfund e inversores privados, la empresa también recibió el apoyo de promotores de desarrollo, como el equivalente británico de Norad, DFID y USAID de EE. UU.
La plantación es también una de las pocas inversiones extranjeras vinculadas al Corredor de Crecimiento del Sur de Tanzania (SAGCOT), respaldado por Noruega, un ambicioso plan para atraer inversiones a la agricultura. SAGCOT fue lanzado por el entonces presidente Jakaya Kikwete en el Foro Económico Mundial en Davos en 2011.
Según Bistandsaktuelt, Agrica nunca ha sido rentable y ha luchado contra inundaciones, sequías y precios de mercado inestables para el arroz en Tanzania. Parte de la producción se realizaría mediante contratos con pequeños agricultores, pero hubo desacuerdos sobre precios.
La inversión de Norfund ha sido controvertida. Lo que se puede constatar también en las participaciones de los empresarios en Bistandsaktuelt. Se ha criticado la forma en que la empresa manejó los derechos de la tierra y la compensación que se les dio a quienes vivían en la plantación antes de que comenzara la producción. Agrica ha rechazado las críticas y un informe del departamento de evaluación de Norad en 2018 no encontró evidencia de tales problemas.
Muchos han fallado
El proyecto de Agrica es uno de los muchos proyectos agrícolas a gran escala en África Oriental, en los que han contribuido fondos de ayuda y donde los resultados no han estado de acuerdo con las expectativas. En las últimas dos décadas, muchos millones de dólares de ayuda se han destinado a proyectos de este tipo, pero los resultados a menudo han sido decepcionantes.
Linda Engström, investigadora de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas dice:»En 2003, había planes en Tanzania para invertir en 35 plantaciones a gran escala de más de 2000 hectáreas. De estas, realmente solo hay un par de proyectos que tienen alguna actividad hoy, y en una escala mucho menor de lo planeado«.
Engström indica que hubo un gran interés en invertir en agricultura a gran escala en África Oriental a principios de la década de 2000. Parte de los motivos fueron las expectativas de una alta demanda de biocombustibles a base de caña de azúcar. Otro factor fue el fuerte aumento de los precios internacionales de los alimentos, que hizo de la tierra una inversión atractiva.
La inspiración vino del gran éxito de Brasil como exportador a gran escala de materias primas agrícolas. También fue importante la revolución verde y el deseo de adoptar técnicas de cultivo nuevas y más eficientes. Muchos de los proyectos comerciales recibieron apoyo de participantes en el desarrollo occidental.
Engström nos comunica: «En la financiación del desarrollo, la cooperación con el sector privado se volvió muy importante, en combinación con el deseo de contribuir a la reducción de la pobreza»,
Hoy en día, ese entusiasmo por la producción agrícola a gran escala está significativamente moderado. Algunos, como Agrica, han perdido mucho dinero. Norad también había perdido mucho dinero en una inversión anterior. Como ya informó Bistandsaktuelt, en 2014 Norfund perdió 173 millones de coronas noruegas en la plantación bananera Matanuska en Mozambique.
Norfund no está solo. La Asdi de Suecia probablemente perderá dinero con las garantías otorgadas a una empresa sueca, que inició una producción extensiva de biodiesel basada en plantaciones de caña de azúcar en Tanzania. The Times informó la semana pasada que el equivalente británico de Norfund, CDC, ha invertido 76 millones de dólares (638 millones de coronas al tipo de cambio actual) en una empresa canadiense de aceite de palma en la República Democrática del Congo, que ahora está en quiebra. La CDC se encuentra ante la posibilidad de perder toda la inversión.
La solución ya no es a gran escala
Muchos proyectos agrícolas a gran escala en África Oriental nunca salieron a flote, dice Engström. Cree que el clima es diferente actualmente respecto a la inversión agrícola.
Engström nos dice: «Quedan muy pocos de los grandes proyectos. Creo que hoy la gente habla sobre el desarrollo agrícola en África de una manera diferente y la agricultura a gran escala ya no se pondera como la solución. La razón es probablemente que no ha funcionado muy bien «,
Otros modelos de desarrollo agrícola pueden estar a punto de tomar el relevo. Engström también nos comunica que las empresas medianas, hasta de un par de cientos de hectáreas, muestran signos de tener más éxito. Estas granjas suelen ser propiedad de agricultores emprendedores o inversores nacionales, son más flexibles y se pueden combinar con diferentes tipos de producción al mismo tiempo. Requieren menos tierra cultivada, lo que reduce el riesgo de conflictos por la tierra.
Cree que los inversores han carecido de conocimientos
Engström piensa que hay varias razones por las que las operaciones a gran escala en África Oriental a menudo han fracasado durante las últimas dos décadas.
Nos dice: «Los planes a menudo han sido demasiado simples y se han basado en la falta de conocimiento sobre las condiciones locales. Las empresas extranjeras a menudo carecen de conocimiento local y acceso a las redes».
Y, como buen investigador agrega que inicialmente se creía que había mucho terreno baldío en la región, pero que en muchos casos esto era incorrecto. Gran parte de la tierra está bajo la administración de las aldeas, y estas tienen sus propias esperanzas y expectativas sobre para qué se pueden utilizar las tierras.
Según : «La tierra es política, la tierra es poder y la tierra es dinero. La tierra es también la seguridad de supervivencia de los pequeños agricultores».
Norfund ya no invierte en plantaciones
El empresario británico Carter Coleman, que con experiencia como periodista y ambientalista fundó Agrica, dijo en un correo electrónico a Bistandsaktuelt “…espero que los nuevos propietarios puedan hacerse cargo del trabajo, y esto será más fácil si no tienen que endeudarse mucho”. Coleman dice que no tendrá ningún papel en la operación de la plantación en el futuro.
Afirma que el Banco realizó una ronda de subastas con los interesados en octubre del año pasado. La Embajada de Noruega en Tanzania, que apoya financieramente la iniciativa SAGCOT, también está al tanto de la situación. Indica que el Banco tendrá contacto con varios compradores potenciales que puedan estar interesados en hacerse cargo de la operación.
Norfund ya cambió su estrategia hace varios años y no realiza nuevas inversiones directamente en plantaciones. En cambio, la atención se centra en las empresas que procesan y están más arriba en la cadena del valor de los productos agrícolas.
Ellen Cathrine Rasmussen, jefa del departamento de empresas de alto crecimiento en Norfund, dice, en un correo electrónico, que hubo muchas razones por las que Agrica no tuvo éxito. Señala inundaciones extremas dos años seguidos, sequías, infestaciones de insectos, una política para las importaciones de arroz que fue mala para la rentabilidad y un clima de inversión generalmente más pobre en Tanzania.
Norfund también afirma en su correo electrónico que ahora ven que sus socios carecían de experiencia suficiente en proyectos similares, sobre todo en el sector del arroz.
Fuente original : Bistandsaktuel
Por Asle Olav Rønning
traducido para AEFJN Madrid