Meditación Cuaresmal 2019 – Semana 1ª: Bautizados y enviados: La Iglesia de Cristo en misión por el mundo

Publicado por AEFJN | 1 de marzo de 2019 | Meditaciones

Mes misionero extraordinario 2019 – Una visión de conjunto

En las décadas posteriores a los estragos de las Guerras Napoleónicas, la Iglesia Católica desarrolló una tremenda dinámica misionera y participó en una de las iniciativas misioneras más importantes en la historia de la Iglesia. Muchas de las principales órdenes misioneras se fundaron a mediados del siglo XIX. Enviaron miles de misioneros, hombres y mujeres, a Asia y África, proclamando el mensaje de Jesús,  con frecuencia en condiciones muy difíciles y estableciendo nuevas iglesias. Sin embargo, el contexto de la colonización y la convicción de la superioridad de la cultura europea a menudo mancharon y distorsionaron la proclamación del Evangelio.

El pensamiento nacionalista reinante había llevado a Europa a la catástrofe de la Primera Guerra Mundial.  El Papa Benedicto XV escribió en 1919 la encíclica misionera «Máximo Illud«. Alentó a la Iglesia a volver a comprometerse en una misión universal libre de su carga histórica de colonialismo y de todas las ambiciones expansionistas.

100 años después, el Papa Francisco anuncia un «Mes de Misión Extraordinaria». Como cristianos, vivimos en una época en que el orden mundial es sacudido y los sistemas de valores se cuestionan, cuando nuestra fe es desafiada por una cultura secular y en muchos lugares los cristianos se enfrentan a la persecución. En este contexto histórico, estamos invitados a reflexionar juntos sobre el significado y la práctica de la misión hoy y renovar nuestro compromiso misionero.

Con el impulso  que ofrece la Cuaresma queremos invitaros a participar en una reflexión personal y comunitaria sobre las diferentes dimensiones de la misión de la Iglesia:

  1. Un encuentro personal con Jesucristo viviendo en su Iglesia: la Eucaristía, la Palabra de Dios y la oración personal y comunitaria.
  2. Testimonio: el testimonio de los santos misioneros, mártires y confesores de la fe como expresión de la Iglesia en todo el mundo.
  3. Formación misionera: bíblica, catequética, espiritual y teológica.
  4. 4. Caridad misionera: El testimonio del amor desinteresado y de la solidaridad vivida con los pobres y el sufrimiento para hacer visible a todos el amor de Dios.

SIGNIFICADO DEL LOGOTIPO

El logotipo del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 representa una cruz misionera cuyos colores tradicionales recuerdan los cinco continentes. La CRUZ es el instrumento y el signo eficaz de comunión entre Dios y la humanidad a causa de  la universalidad de nuestra misión. La cruz es luminosa, llena de color, signo de victoria y resurrección. El mundo es transparente, porque nuestra acción de evangelización no tiene barreras ni límite. Es el fruto del Espíritu Santo. La caridad cristiana y el mundo transfigurado en el Espíritu superan las distancias y abren la mirada de nuestra mente y corazón. Las palabras BAUTIZADO Y ENVIADO, que acompañan a la imagen, indican las dos características y elementos inalienables de cada cristiano: el bautismo y la proclamación. Los colores de la Cruz son los que tradicionalmente se atribuyen a los cinco continentes: rojo para América, verde para África, blanco para Europa, amarillo para Asia y azul para Oceanía.

El rojo recuerda la sangre de los mártires americanos, semillas de una nueva vida de fe cristiana. También recuerda la tierra y todo lo que es terrestre.

El verde es el color de África, de la vida, la naturaleza y la vegetación. Simboliza el crecimiento, la fertilidad, la juventud y la vitalidad. También es el color de la esperanza, una de las tres virtudes teologales.

El blanco es un símbolo de alegría, el comienzo de una nueva vida en Cristo. El desafío para una vieja Europa es redescubrir la fuerza evangelizadora, generada gracias a tantas Iglesias y a tantos santos.

El amarillo es un color de la luz, que se alimenta de ella evocando la verdadera Luz: Jesús , nuestra luz, que nació en Asia.

El azul es el color de Oceanía, del agua de la vida que nos apaga y nos restaura a lo largo del camino hacia Dios. También es el color de nuestro cielo, un signo de la morada de Dios con nosotros.

Preguntas para la reflexión.

Echemos un vistazo a los capítulos generales de nuestras congregaciones, que han estado luchando durante las últimas décadas para traducir el Carisma Misionero de sus fundadores a la realidad de hoy. ¿Qué puntos clave han surgido sobre nuestra misión?

Documento en PDF 1- Meditaciones de Cuaresma – Resumen

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