¿Es el riego la única manera de asegurar la alimentación en África??

descargaEl África Oriental se ve amenazada por la sequía a causa del retraso de las lluvias, y los países de la zona se ven obligados a invertir en riego, como única solución ante la inseguridad alimentaria.

Dar es Salam- Tanzania se enfrenta a las lluvias que se retrasan y que con toda seguridad están afectando a la agricultura, y nuevos análisis urgen a aumentar las inversiones en riego como solución a la inseguridad alimentaria.

Tanzania genera la mayor parte de su alimentación mediante cultivos irrigados por las lluvias, amenazados ahora por las sequías en los países del este de África.

La agricultura supone el 25 % del Producto Interior Bruto, y el sector emplea casi al 70% de la clase trabajadora.

La mayor parte del país recibió lluvias por debajo de lo habitual entre Octubre y Diciembre, y hay claras señales de que las cosechas serán insuficientes.

Los expertos avisan al gobierno que debe evaluar la sequía para tener una visión más completa de lo que va a ser la situación alimentaria en los próximos meses, y para tomar las necesarias precauciones; la instalación de regadíos se presenta como la intervención a largo plazo que puede salvar la agricultura. Tanzania es uno de los países con mayor potencial para la agricultura de regadío, un potencial que hasta ahora no ha sido bien explotado.

El Plan Nacional de Riego (NIMP) 2002 que preparó el Ministerio de Agricultura, Alimentación, Seguridad y Cooperativas, en colaboración con el gobierno de Japón a través de su agencia de Cooperación Internacional, indicó que el total del potencial del riego a desarrollar en la parte continental de Tanzania era unas 29,4 millones de hectáreas. De ellas 2,3 millones de hectáreas están clasificadas como de potencial alto, 4,8 millones de potencial medio, y 22,3 millones como de bajo potencial. Sin embargo sólo 460.000 hectáreas se están regando. El gobierno afirma que estudia expandir el regadío hasta cubrir al menos un millón de hectáreas antes de 2020.

El director general de la Comisión Nacional de Riegos, Mr. Seth Luswema, afirma que hay voluntad política para desarrollar los regadíos en el país, pero que son necesarias más inversiones tanto por parte del sector público como del privado. “Estamos ahora revisando el plan maestro de riegos como parte de nuestro esfuerzo por conseguir metas”, dijo por teléfono, añadiendo: “Buscar fondos es aún un desafío como ya sabéis, depende de los ingresos de las cosechas. Algunos proyectos van dirigidos a tener recursos de agua y generar energía. Esta clase de inversiones no son cosa de broma, necesitan un esfuerzo colectivo de los sectores público y privado”.

Tanzania requiere entre 2 y 5 trillones de Chelines tanzanos para completar sus proyectos de regadíos, que aumentarán la cobertura del riego hasta un millón de hectáreas, como está planificado. Según la misma fuente “Tanzania tiene entre manos 2.800 planes parciales de riego a lo largo y ancho del país.”

El ministro para Aguas y Riego, Mr Gerson Lwenge, fue citado por los medios el año pasado diciendo que se habían destinado más de 39 millones de chelines tanzanos a la Comisión para el riego en el presupuesto de este año.

Tanzania firmó el Acta 2013 sobre Riego Nacional en un intento para proteger a los granjeros de las durezas extremas del tiempo y del cambio climático, promoviendo un uso mejor del riego. Este Acta Nacional fortalece la Política Nacional de Riego de 2010. Entre otras cosas, la ley establece una Comisión de Riegos, un organismo a nivel estatal que tiene el mandato de coordinar, promover y regular las actividades de riego en todo el país.

Investigadores y expertos demandan más inversiones en el campo del riego agrícola, como una solución para que los granjeros puedan hacer frente a la sequía causada por el cambio climático, y reducir el hambre.

Claudia Ringler, directora diputada de la División Tecnológica de Medioambiente y Producción, del Instituto con base en Washington para la Investigación y Política Alimentaria (IFPRI) afirma en un sumario de nuevos análisis que “el desarrollo de la agricultura de regadío ha impulsado los temas agrícolas y aumentado el número de cosechas estacionarias dos o más veces al año en muchas partes del mundo, conservando también los importantes recursos forestales, contribuyendo a la estabilidad de los precios pese a la variabilidad de los climas, y ayudando a alimentar a la creciente población del mundo.

Por ejemplo, la producción de arroz en un sistema de regadío con unas infraestructuras bien desarrolladas se estima en 5 toneladas por hectárea, mientras que la producción dependiente del agua de lluvia no llega a las 2 toneladas.

En Octubre, el índice Global Hunger Index (GHI) del IFPRI situó a Tanzania como el 96 sobre 118 países con enserio nivel de hambre. El país ha hecho progresos significativos para reducir el hambre, bajando de un alarmante 42,4 en 2000 a 28,4 en 2016.

El GHI es una herramienta designada por el IFPRI para vigilar el hambre globalmente, a nivel regional, y país por país.

Tanzania, Kenya, Uganda y Ruanda estaban en el mismo grupo de serio nivel de hambre, aunque con diferentes puntuaciones.

Este análisis indica que una combinación de desarrollo acelerado del regadío y un aumento en inversiones para el uso eficiente del agua reduciría los precios del arroz, trigo y maíz un 7,4%, 3,65 y 1.5% respectivamente.

Añade Ms Ringler que aunque algunas inversiones pudieran parecer demasiado caras, producirían gigantescos beneficios para las comunidades en el mundo en desarrollo, y tendrían el potencial de ayudar a millones de personas a dejar atrás definitivamente el hambre y la pobreza.

Publicado en Citizen Enero 2017

Alawi Masare

Traducido para AEFJN

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