África no sueña con Europa y aporta más de lo que recibe. JPIC
Mayo 2016
África no sueña con Europa y aporta más de lo que recibe.
Del 13 de mayo al 13 de junio 2016, celebramos nuestro Capitulo General en Roma. En nuestra “pètite societé”, constatamos claramente cómo África no sueña con Europa y aporta mucho más de lo que recibe de Europa. Nuestro nuevo equipo general es una manifestación de esta nueva realidad.
A nivel europeo y global, observamos la feroz explotación de los recursos naturales y minerales de África, por parte de multinacionales y gobiernos extranjeros. África se ha convertido en la fuente principal de recursos agrícolas, energéticos y humanos para el globo, siendo al mismo tiempo la menos favorecida e incluso la más perjudicada en este comercio injusto. Lo que más aporta Europa a África, son armamentos.
El trato que la UE otorga a los inmigrantes africanos y otros, es sencillamente inhumano, cruel y vergonzoso. Es necesario recordar que la mayoría de los emigrantes, refugiados y desplazados africanos se quedan en el continente y no buscan atravesar el Mediterráneo o alcanzar algún país de la UE.
El continente africano está lleno de nómadas invisibles. Según el Banco Mundial, el año pasado el número de inmigrantes internacionales superó los 250 millones de personas y cada día 42.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus casas por la violencia, casi cuatro veces más que hace cinco años.
Las economías emergentes en las regiones en desarrollo se han convertido en imanes para los habitantes de los países pobres y la inmigración sur-sur ya superó ampliamente los movimientos sur-norte.
Aunque la atención mediática se centra en los flujos migratorios hacia Europa, y la impresión general pueda indicar que todos los africanos sueñan con llegar al Viejo Continente, la realidad desmiente que África desee a Europa.
El año pasado, solo el 14% de las llegadas totales al continente europeo (150.000 personas) fue de ciudadanos africanos. El año pasado también, seis de los diez países con más desplazados y refugiados del mundo fueron africanos: Somalia, Sudan, Sudan del Sur, RDC, RCA y Eritrea. ACNUR atiende en África a 4.1 millones de refugiados y a 12,5 millones de desplazados.
Las economías africanas emergentes, como Sudáfrica, Nigeria o Angola son polos de atracción para millones de personas que buscan un futuro mejor lejos de su casa.
La ONU predice que 2.500 millones de personas se moverán de zonas rurales a áreas urbanas para 2050. El 94% de esos movimientos ocurrirán en países en desarrollo. Cada vez más africanos ven su futuro en las grandes ciudades africanas.
Según la Organización Internacional de las Migraciones, en África subsahariana, el 62 % de la población vive en barrios o asentamientos informales junto a las ciudades.
He oído a refugiados del Sur Sudan, que se encontraban en Uganda, decir: “Para nosotros es normal moverse. Si un Juba no hay trabajo, buscas una salida en Uganda o Kenia. Y si no, me iré a Nigeria o Sudáfrica” señalan.
Aunque el continente africano tiene algunos de los mayores campos de refugiados del mundo como “Dadaab”, que alberga a medio millón de personas en la frontera de Kenia y Somalia, o en la región de Kivu (RDC), el 59% no vive en campos de refugiados sino en barrios urbanos.
Entre las causas más relevantes de estos desplazamientos sin precedentes, están : El aumento de conflictos armados, la inestabilidad tras las “revoluciones árabes”, la desintegración de Libia, el crecimiento del yihadismo en África subsahariana, el acaparamiento forzoso de tierras, la expropiación de minerales y recursos energéticos, la inseguridad alimentaria, la necesidad de los mercados africanos, el tráfico de armas..
Se trata de una nueva “colonización de África” que sigue imponiendo a los pueblos africanos nuevas y crueles formas de empobrecimiento y de esclavitud.
El sueño de muchos refugiados o inmigrantes africanos no es Europa sino regresar al hogar, a su tierra ancestral, y poder vivir en paz y dignidad. Os adjunto el último artículo de “Cristianismo y justicia”: “El comercio de armamento en España”.
PREGUNTAS:
- La violencia organizada y cruel sigue azotando a los habitantes de Butembo-Ben, Burundi, Nigeria, etc. ¿Cómo vivir y promover la no-violencia y la compasión entre nosotros, en España y en África?
- Los Objetivos del Desarrollo Sostenible pueden transformar la gestión del poder y de los recursos. ¿Por qué el crecimiento económico basado en la extracción de recursos africanos y en la especulación, empobrece a la mayoría en África?
- El comercio de armas entre España y África es preocupante y escondido. ¿Cómo podemos desenmascarar semejante tráfico e hipocresía? Un abrazo cordial.
Con la autorización de Lázaro Bustince
Fundación Sur