Acaparamiento de tierras

Nos reunimos en Roma del 25 al 27 de septiembre de 2019, para participar en el Seminario de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) y de la Explotación Minera,  que representa a treinta y seis organizaciones católicas diferentes y congregaciones religiosas de cerca de catorce países.

Como personas comprendidas en JPIC, hemos acudido  allí en respuesta a la crisis actual  relativa al impacto de las actividades mineras en el medio ambiente, los derechos humanos y el papel de las organizaciones eclesiales. Con el espíritu del Sínodo del Amazonas y siguiendo sus directivas, que crea nuevas formas para la Iglesia, estamos agradecidos e inspirados por las bendiciones y los frutos de la creación: la tierra que nos alimenta, los ríos y los mares que nutren la tierra y todo lo que sustenta la vida misma.

Celebramos la interconexión y la santidad de la creación y reconocemos que los recursos de la tierra son limitados y que algunos de ellos no son renovables. Escuchamos el grito de la tierra y el de los pobres, testigos de la continua destrucción de nuestra casa común, estamos profundamente tristes por ello. Esta destrucción, como también describe Laudato Sì, causa gran angustia. En nombre de las comunidades y la naturaleza, afectadas por el desarrollo del modelo extractivo, declaramos que esta destrucción a su vez requiere una respuesta profética. El modelo actual de derroche forzado es devastador y destruye nuestra casa común. Devasta los recursos limitados de la tierra, crea ciclos de violencia e injusticia, desplaza a las personas de sus hogares, medios de vida y culturas, y fomenta una cultura materialista y derrochadora.

Como facilitadores y pertenecientes a la Red de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, vemos y reconocemos que, en relación con la minería y las industrias extractivas, deben tenerse en cuenta las siguientes cuestiones clave:

1. El desequilibrio de poder, que afecta a las mismas personas que se enfrentan a las amenazas y a los riesgos de los proyectos mineros y a otros proyectos extractivos.
2. La impunidad, corrupción y otros factores que se imponen a las comunidades, que perturban su capacidad de luchar contra los proyectos mineros destructivos y a ejercer su derecho a la autodeterminación.
3. La falta de respeto por los derechos humanos, desprecio por la dignidad humana y la práctica de actos continuos de violencia.
4. El abuso de la naturaleza explotándola únicamente para la satisfacción del ser humano.

Cuando se desprecia la Creación de Dios nos afligimos e indignamos. Así es como recurrimos al Papa Francisco y nos guiamos por sus palabras en su documento Laudato Sì… Siempre debe recordarse que …»la protección del medio ambiente no puede garantizarse únicamente sobre la base de cálculo financiero de costos y beneficios. El medio ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no pueden defender o promover adecuadamente». Una vez más, debemos evitar una concepción mágica del mercado, pretendiendo que los problemas se resolverán por sí mismos pensando solo en aumentar las ganancias de las empresas o individuos … Además, cuando hablamos de biodiversidad, la consideramos como una reserva de recursos económicos que pueden explotarse, pero no pensamos seriamente en esta situación, entre otras cosas no tenemos en cuenta, su valor real, su importancia para las personas y culturas, los intereses y necesidades de los pobres. [LS190]

DECLARACIÓN DE LOS PARTICIPANTES DEL SEMINARIO JPIC Y DE LA EXPLOTACIÓN  MINERA

Via Aurelia 476, PO Box 9099 Aurelio, 00165 Roma, Italia DL: + (39) 06 59878 602 n CP: + (39) 34 00611 596 correo electrónico: jpic.cosec@lasalle.org sitio web: http: // www. jpicroma.org